Estos pollos no pueden incorporarse al no tener un buen apoyo de sus extremidades posteriores, por eso quedan como espachurrados contra el suelo, no pueden levantar bien la cabeza y por eso tampoco son correctamente alimentados.
Es habitual que por esa mala postura crezcan mucho más lentamente que el resto de hermanos.
Como se quedan las patas abiertas (a los lados o hacia atrás), en lugar de tenerlas bajo el cuerpo, se los conoce como "patas de rana" o "patirranos".