Los siete magníficos

La variedad de edades y tamaños me obligó a tomar una
decisión drástica: sacar a los mayores y empapillarlos.

La segunda nidada de Indy y Thais está en su ecuador, algunos pollos ya muestran su variedad y en otros se van intuyendo colores.

Los 8 huevos con los que se quedó (habrían sido 9 si el primero no hubiera sufrido una pequeña fractura en la cáscara debido a la cual falleció el embrión) estaban fecundados, y nacieron todos los polluelos, pero el octavo tardó mucho en salir del huevo, y demasiado débil, acabó falleciendo a las pocas horas.


Pero los "Siete Magníficos" están creciendo a muy buen ritmo. Tan bien que cuando nacieron los últimos polluelos, los mayores estaban enormes y con su vitalidad, con ganas de empujar a sus hermanos y de hacer carreras por el nido, y precisamente ésto hacía peligrar a los delicados pollitos recién nacidos.



También los mayores, con sus chillidos e insistencia, acababan llevándose la mayor parte de la comida que daban los agotados padres, y como los pequeños necesitaban los nutrientes que les daban en sus primeros días de vida, decidí sacar del nido a los 3 mayores y empapillarlos durante unos días, así estaría descargando de trabajo a Indy y Thais para que se concentrasen únicamente en los pequeñines.

Uno de los pollitos papilleros, encaramándose a
mi mano y pidiendo comida.

Ser la "madre adoptiva" de los mayores ha sido una experiencia preciosa pero agotadora. Pasaban gran parte del día durmiendo formando una piña, pero en cuanto oían mi voz piaban como locos pidiéndome su alimento. Si hubiera sido por ellos, su buche reventaría de toda la comida que exigían, pero había que administrarla para organizar los horarios (¡tener papilleros es una responsabilidad!), y esperar a que la consumieran totalmente y se vaciara su buche antes de darle una nueva toma.

Esa espera de horas les desesperaba, y en cuanto me veían meter la mano en el tupper donde estaban, para acariciarles, me chupaban los dedos creyendo que eran las jeringas de la papilla, y ya cuando estaban más mayorcitos, saltaban y se subían a mis manos.

Durante una semana les empapillé, pero sabía que tendrían que prepararse para su emancipación.

Es raro ver una jaula de cría con dos nidos, pero no
se me ocurría una alternativa mejor.

Tomé un nido que tenía de sobra y lo enganché en una de las puertas, de modo que en el nido original están los pollos del 4º al 7º, y en otro nido los tres mayores. Al principio los padres se extrañaron de ver esa cajita extra, pero cuando sus hijitos empezaron a pedirles comida y vieron asomar sus cabecitas por la entrada, rápidamente acudieron a cebarles.
Afortunadamente se turnan para dar de comer a sus 7 polluelos y pese a que los mayores no dejan de piar, todos están alimentados por igual.

Los tres mayores están en el nido
de la derecha.

Los 4 restantes en el nido original,
a la izquierda de la jaula.

Así es como están los pequeñajos a fecha de hoy. No os asustéis si del 4º al 7º están sin plumón, la madre los peló, pero sólo se quedó en eso. Los mayores como me encargué de empapillarlos se "salvaron" de la sesión de peluquería:

• Primer polluelo: 24 días. Alas claras violeta de cobalto. (Tiene un violeta intensísimo, mucho contraste con las alas, pero en estas fotos no se aprecia bien ese tono violeta...qué pena)

• Segundo polluelo: 23 días. Canela perlado ¿diluído? (es muy clarito, casi blanco). No sé decir qué tipo de azul tiene o si ha heredado factor violeta, parece un copo de nieve y apenas se distinguen las ondulaciones de las alas.

• Tercer polluelo: 21 días. Opalino perlado violeta de cobalto (no se ve tan intenso como el primer pollo, pero por el obispillo se ve un tono lila muy bonito)

• Cuarto pollo: 19 días. Alas claras, canela, violeta (creo que sobre cobalto)

• Quinto pollito: 16 días. ¿Alas claras? Tiene 4 plumas claras en la nuca (ahora se ven dentro del cañón), como el mechón de los portadores de pío recesivo ¡qué curioso!

• Sexto pollo: 14 días. ¿Alas claras? Cara dorada. De momento se sabe poco, sólo que no es ni perlado ni opalino y las plumas largas de las alas se ven de color amarillo.

• Séptimo pollo: 11 días. ¿Alas claras? Y parece que también rostral cara dorada, es el benjamín de la nidada.

Todavía no sé cuáles son machos y cuáles hembras, tampoco puedo descifrarlo mediante sus variedades ligadas al sexo porque el padre porta las mismas que muestra la madre, y también me están saliendo algunos pollos "comunes" (me refiero a no opalinos ni canelas visiblemente, que no han heredado mutaciones del padre), cosa que no me entraba en mis quinielas pero está ocurriendo con demasiada frecuencia. Ya investigaré sobre el tema.
La genética es muy caprichosa, por ejemplo, podría haber obtenido arcoiris en esta nidada, pero ninguno ha salido con las cuatro mutaciones necesarias: azul + alas claras + opalino + rostral.

Los mayores estarán a pocos días de animarse a salir del nido y dar paseos por la jaula, tengo ganas de ver a todos emplumados para descubrir sus variedades de color, pero ¡¡seguro que todos serán hermosísimos!!